
Aunque ustedes les digan: "El principito esxistió, porque tenemos pruebas de que era encantador, sabía reír y deseaba tenerun cordero; desear un cordero es una prueba de que uno existe", se alzarán de hombros y dirán que son niñerías. Pero si ustedes les dicen: "El planeta donde vivía el principito es el asteroide B 612", se convencerán y los dejarán tranquilos con sus preguntas. Son así. No hay que tomarlas a mal. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores.
Nosotros, que comprendemos la vida, nos reímos de tales cifras.
El Principito, Antoine De Saint Exupèry, 1943